Estamos en Babilonia

 

 

La Navidad se ha convertido en una fiesta comercial, sostenida en parte por las compañías y campañas publicitarias más grandes. En muchos lugares vemos a un “Papá Noel” disfrazado. Los anuncios publicitarios nos mantienen engañados sobre el “espíritu navideño”. Los diarios que publican estos anuncios también publican editoriales que exaltan y elogian la festividad pagana y su “espíritu”. La gente crédula está tan convencida que muchos se ofenden al conocer la verdad. Pero el “espíritu de Navidad” es revivido cada año, no para honrar a Cristo ¡sino para vender mercancías! Como todos los engaños de Satanás, la Navidad también se presenta como “ángel de luz”, algo aparentemente bueno, Todos los años se derrochan miles de millones en compras… ¡mientras la causa de Cristo sufre por ello! ¡Esto es parte del sistema económico de Babilonia!

     Nos hemos denominado naciones cristianas, pero sin saberlo estamos realmente en Babilonia, tal como lo predijo la Biblia. Apocalipsis 18.4 nos advierte: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”.

     Este año, en lugar de intercambiar regalos, ¿por qué no invertir ese dinero en la Obra de Dios?